viernes, 13 de noviembre de 2015

Mis recuerdos pueden cambiar mi presente


Will, estaba sentado en el suelo de un parque,una tarde de estas que no hace calor ni tampoco frío, se esta a gusto al aire libre. Este parque no tenía un tono muy verdoso por la falta de cuidado pero estando en tranquilidad ya que no había ruido y a fin de cuentas estaba rodeado de naturaleza.

Quería estar tranquilo, dejar que su mente y sobre todo el corazón le trajeran las imágenes, sensaciones, emociones que uno u otro quisieran, estaba abierto a posibilidades, dispuesto a dejarse llevar donde la una o el otro o los dos quisieran.

Pretendía conectar con todo esto que a medida que había pasado el tiempo había perdido y no era más que estar constantemente haciendo y no dejando espacio para encontrarse con su esencia. No tenía hueco para estar a solas con sus pensamientos más profundos, todos los que le venían eran de trabajo, problemas con
los amigos, ayuda en decisiones que su familia le pedía...inmerso en un bucle de estrés continuo que la dejaba poco espacio.

Esto no venía de ahora, llevaba 2 meses para poder tomarse este momento y no era porque ahora tuviera un hueco, había dejado de hacer lo que le tocaba ese jueves, lo que por calendario semanal tenía marcado para poder hacer algo distinto a lo acostumbrado.

Se tumbo sobre la hierba, cerro los ojos y tras un momento empezó a recibir pensamientos de todo lo comentado anteriormente, todo relacionado con su día a día, la vorágine de circunstancias que no le permitían estar tranquilo y relajado. Abrió los ojos con desesperación pensando que no llegaría a concentrarse pero no perdió un segundo para volver a cerrarlos e intentar que siguieran viniendo pensamientos o imagines o recuerdos.

A continuación sin darse cuenta vinieron recuerdos de la niñez, de cuando disfrutaba saltando, jugando, riendo, soñando, cuando no estaba aferrado a tener que guardar la compostura por lo que el resto pudieran llegar a pensar, cuando no se ponía presión en tomar decisiones que a priori su vida pudieran cambiar.Hacía las cosas porque es lo que en cada momento le hacía latir el corazón más rápido, hacía lo que le hacía feliz y cuando esto ya no estaba dejaba de hacerlo para emprender un nuevo reto, ya fuera conseguir acabar un puzzle, subirse a un columpio o solamente conseguir jugar con ese niño que había llegado al parque nuevo.

Sentía que este recuerdo le traída a su boca una sonrisa, volvía a ser feliz por este instante viendo como antes cuando era niño las cosas las hacía por instinto de estar a gusto, ser feliz y que le importaba solamente el conseguir por el hecho en sí de sentir gozo pero si no lo hacía ya en otro momento volvería a intentarlo.

Veía en imágenes como no había día que no le dijera a su madre que la quería, iba con ella a todas partes, hacía trastadas y obviamente sus padres le regañaban pero en seguida pedía perdón hasta la siguiente trastada. Ahora apenas hablaba con su familia dos veces por semana cuando no era solo una y por un
motivo concreto, no les contaba que estaba haciendo. Con el tiempo se había "despegado" de esta conexión que tenía con su familia pero no por que no les quisiera o tuviera que poner desapego sino por no tener tiempo o por lo menos esto creía.

Eran bonitos recuerdos pero también le hacían ver que es lo que ahora mismo tenía. Pensaba "en que se había convertido" y como era posible que hubiera llegado a este estado. Tener un trabajo que le absorvia y unas obligaciones autoimpuestas, no parar de hacer cosas y cuando tenía un hueco libre agendar alguna actividad, no dejar momentos de libertad sin estar atado, sin tiempo para respirar.

Sin abrir los ojos fue dándose cuenta que todo esto era su responsabilidad seguir sumergido en esta vorágine de trabajo, actividades, hacer y hacer sin permitirse estar parado o empezar a buscar huecos en los cuales no hiciera nada o como hoy había decidido recordar trayendo al presente momentos que le recordarán que es lo que antes hacía y como ahora lo había olvidado.

Abriendo los ojos reflexionaba consigo mismo diciéndose: Quizás hoy no empezaré, ni al poco tiempo, ni a los meses pero si debo organizarme de otra manera, re-aprender, volver a conectarme con estas cosas que como hoy me han recordado que tenía ilusión y alegría por lo que hacía. Cambiaré ciertas rutinas,
haré por dedicarme más tiempo y dejar de estar por hacer para el resto que esta muy bien pero también el que haga las cosas desde estar contento.

Notó como estaba más aliviado, como si hubiera dejado una carga en ese lugar que aunque no era el más maravilloso le había servido para darse cuenta de las cosas que en su camino había dejado de lado, quizás algo arrinconadas pero que podía limpiarlas el polvo, sacarlas brillo y volver a utilizarlas.

El móvil que no estaba en silencio sonó, aquí había acabado su paréntesis, el espacio que había encontrado en el parque que tenía a 10 minutos de su casa.

Muchas veces arrinconamos u olvidamos situaciones o momentos que nos hacían estar conectados o felices y no lo hacemos conscientemente, solo nos dejamos llevar por la corriente como si estuviéramos en un río, sin pararnos a cogernos a una roca que hace saliente, subirnos a ella y sentir que es lo que esta pasando.

Quizás deberíamos dejar salir más nuestro niño interior a jugar para darnos cuenta de la gran cantidad de cosas que nos perdemos por estar pendientes de lo que nuestra mente, amigos, familia o sociedad nos dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario